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Trípticos de las tarifas 2015

La Asociación Gremial informa a todos los socios:

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Los trípticos de las tarifas este año como todos los años, el Ayuntamiento de Madrid los ha cobrado no los ha regalado.

Desde nuestra organización siempre los ponemos a disposición de todos nuestros socios, es decir, los compramos y adelantamos el dinero para luego desplazar personal al Ifema y ponerlos a disposición de todos nuestros socios.

Esto siempre se ha hecho así, y lógicamente no podemos regalar algo que nos están cobrando.

Quizás la confusión pueda venir porque SCAT el pasado año decía que regalaba los trípticos, algo que no era cierto, ya que los trípticos de las tarifas siempre hay que pagarlos y ese dinero salió del bolsillo de todos los socios de SCAT.

SCAT no cambia las tarifas si no se está al corriente de pago de la cuota de SCAT y tampoco cambia las tarifas si uno no ha pagado las cuotas de mantenimiento de todo el año de su aparato taxímetro y, por supuesto, no cambia las tarifas si no se abona el importe del cambio de la nueva tarifa.

Esto, entre la cuota de SCAT, las cuotas de mantenimiento de los aparatos taxímetros y el importe del cambio de tarifas, suma en algunos casos cerca de 300 euros.

Por lo tanto, si alguien ve las cuentas con ese margen de ganancias pueden decir que regalan los trípticos que cada cual saqué sus conclusiones.

En Gremial cobramos una cuota anual de 50 Euros y cobramos el mismo importe por los trípticos que nos cobra a nosotros el Ayuntamiento.

En SCAT el fabricante cobra por cada carga de tarifas 8 o 9 Euros y SCAT cobra 50 euros, a pesar de que también nos cobran las cuotas de mantenimiento de los taxímetros, que en algunos casos llegan a casi 200 euros. Además, la cuota de la propia SCAT que es superior a 50 Euros. No vemos dónde estaba ese regalo.

Es cierto que las entidades deben mantenerse con las cuotas de los socios, ya que si no es así acabarían desapareciendo o siendo muy débiles.

Lo que no se puede decir es que se regala algo y que el resto lo cobramos. Basta con ver lo que pagamos en unas y otras entidades, y se verá que nadie regaló nunca nada.