
Ante la solicitud de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de que se anulen más de 10 de sus artículos.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha efectuado un requerimiento previo a un recurso contencioso-administrativo al Ayuntamiento de Córdoba solicitando la anulación de varios artículos de la Ordenanza del Taxi de dicha ciudad. Se basa en determinados preceptos de la legislación de unidad de mercado y otras normas aprobadas con el fin de eliminar trabas en mercados perjudicados por el actual mapa de competencias autonómicas o evitar posiciones abusivas de grandes empresas, lo cual dista mucho de la realidad socioeconómica del sector del taxi que, con una amplia oferta, presta servicios eminentemente locales realizados por trabajadores autónomos que tienen en el taxi su única fuente de ingresos.
La actuación de la CNMC viene sorprendentemente auspiciada por denuncias de la rama de transportes del sindicato UGT y su satélite E-Taxi, así como por la organización de consumidores FACUA, al entender que la prestación del servicio en Córdoba no cumple con las exigencias de algunas normas de competencia, cuando paradójicamente la valoración del servicio en la última Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía (ECTA), publicada en marzo de 2015, refleja que el servicio mejor valorado en la ciudad fue el servicio del taxi, con una nota de 9,2 puntos sobre 10, encabezando el de todas las capitales andaluzas.
Las consecuencias para el sector del taxi cordobés y por extensión al de todo el Estado (al ser aplicables las soluciones adoptadas a otras ciudades y CC.AA.), serían la desaparición del actual sector del taxi, regulado, municipal y prestado por autónomos, para pasar a estar desregulado, precarizado, con precios de media superiores a los actuales y en manos de grandes empresas multinacionales.
Para FEDETAXI resulta lamentable que un organismo como la CNMC, bajo el pretexto de la limitación amparada por el Reglamento Andaluz del Taxi a la Ordenanza Cordobesa en relación al ejercicio de la actividad de taxista por grandes empresas, utilice a la ciudad de Córdoba y a los taxistas cordobeses como laboratorio experimental para la total desregulación del servicio de taxi, pretendiendo eliminar la exigencia de licencias municipales para el ejercicio de la actividad, suprimir las tarifas reguladas en taxímetro por la libre fijación de precios, negar la necesidad de una formación específica de los taxistas y otros requisitos de calidad y seguridad de los vehículos, por entender que atentan contra el libre mercado y la libre competencia.
También resulta extraño que se impugne una Ordenanza local que coincide fundamentalmente con las que están en vigor en la práctica totalidad de España desde hace más de 30 años sin que se conozca que haya existido ningún perjuicio grave a la competencia y sin que exista una demanda de la sociedad para la desregulación del servicio de taxi. Además todo ello supone un ataque a la Autonomía Local y a un servicio público, como el Taxi, que está regulado en su precio y condiciones controladas por los ayuntamientos, para privatizarlo con carácter global.
FEDETAXI denuncia así una estrategia de poderosos lobbies económicos para eliminar a los más de 100.000 trabajadores autónomos que viven del Taxi en España, generando una facturación en torno a los 4.000 millones de euros anuales, para llevar a cabo un cambio en su estructura empresarial y repartir este mercado entre grandes empresas que solo buscan precarizar la prestación del servicio y a sus trabajadores, bajo la falsa promesa de una rebaja de precios a los usuarios o una mejora del servicio.
Existe una doble vara de medir ante aquellos servicios prestados por autónomos a los que se acosa hasta la ruina y aquellos en los que intervienen gigantes de la economía que son favorecidos por el poder, creando leyes a su medida si es preciso, o en el mejor de los casos, no aplicando las existentes en su exclusivo beneficio. Ejemplo de esto último y reciente ha sido la pasividad con la que el Gobierno de España ha tratado el caso de Uber, que finalmente ha tenido que ser cautelarmente suspendida por el poder judicial precisamente por realizar prácticas de competencia desleal.
Es, al menos, irritante, que los mismos que dicen defender en otros escenarios (parece que solo para obtener su voto), a los trabajadores autónomos y la flexibilidad de su oferta de mercado, así como su papel de sostenimiento del empleo durante la crisis, maniobren ahora para arruinar a todo un sector de servicios como es el taxi para entregarlo a grandes corporaciones, convirtiendo su precio en una subasta que en modo alguno va a beneficiar a sus usuarios.
Desde FEDETAXI, además de apoyar a los taxistas cordobeses por esta agresión a su patrimonio, profesionalidad y futuro, queremos manifestar que el Sector del Taxi de España no va a permanecer pasivo frente a este ataque y que va a defender, con todas las medidas que sean necesarias, su patrimonio, el autoempleo que supone el servicio del taxi, los puestos que trabajo que crea y la regulación actual que lleva años proporcionando un servicio amplio, seguro, asequible y de calidad y garantía al usuario.
Julio Moreno
Presidente Fedetaxi