
Ante la sentencia judicial los taxistas ponen de relieve que la diferencia entre ambos modelos es que la empresa francesa no organiza ni tarifica el transporte de pasajeros.
Madrid, 3 de febrero de 2017.- Ante la sentencia dictada en el litigio entre la patronal de autobuses CONFEBUS y la plataforma de economía colaborativa BlaBlaCar, la organización representativa de los taxistas de España, FEDETAXI, no efectúa una valoración del todo negativa de la resolución judicial comunicada hoy en tanto que ayuda a esclarecer las fronteras y características de las plataformas digitales dedicadas a servicios de transporte, distinguiendo las que actúan en la economía colaborativa y las que, como Uber Pop, se mantienen fuera de este ámbito y por tanto continúan siendo ilegales.
Así lo ha manifestado el presidente de FEDETAXI Miguel Ángel Leal al señalar que “De la lectura de la sentencia del magistrado del juzgado mercantil número 2 de Madrid se advierte que BlaBlaCar y Uber Pop responden a realidades bien distintas, pues los viajes que gestiona la primera ya existían antes de su intervención, mientras que la segunda se dedica a crear y organizar una red y actividad de trasporte”.
Así es, puesto que -según la sentencia- la empresa francesa se limita a mediar entre unos ciudadanos que tienen planeado un viaje bien como conductores o pasajeros, sustituyendo a través de la tecnología los métodos tradicionales por los que podrían concertarse para viajar juntos, sin un interés económico preponderante.
Que el modelo de BlaBlaCar tenga como objetivo compartir gastos frente al modelo de ánimo de lucro de otras plataformas como Uber y su servicio Uber Pop, ha sido determinante para el magistrado a la hora de admitir que el “marketplace” francés, no realiza una actividad de transportes en competencia con las empresas de autobuses, al utilizarse para compartir gastos por regla general; sin que ello excluya algunos casos en que se ha constatado que ciertas personas utilizaban la plataforma para lucrarse o realizar una actividad habitual de transporte; lo que constituye un abuso de las reglas de BlaBlaCar
El matiz consiste precisamente en que Uber está diseñado y tiene por objetivo sustituir un servicio público y una actividad profesional como el taxi para apoderarse en monopolio y privatizar ese mercado, lo que constituye la esencial diferencia con BlaBlaCar. Esto ya se puso de relevancia por los taxistas encabezados por FEDETAXI, desde el pasado 11 de junio de 2014, cuando se realizaron manifestaciones y paros nacionales ante el desembarco de la multinacional de falsa economía colaborativa, UBER, y su red ilegal de transporte Uber Pop.
La multinacional americana organiza el transporte sobre el que intermedia y fija su precio estableciendo una red de proveedores habituales a los que comisiona, controla y dirige, hasta el punto que en varias ciudades (entre ellas Londres y Nueva York) estos han sido declarados como trabajadores de la plataforma, cosa que en modo alguno ocurre bajo el modelo de BlaBlaCar donde el pago que recibe la empresa digital es en concepto de servicio de gestión por su labor de facilitar un encuentro eficiente entre conductores y viajeros.
Por otro lado FEDETAXI echa de menos que el magistrado no efectúe un juicio sobre las técnicas de elusión fiscal y reparto de la facturación que practican estas plataformas, como le reclamaba la patronal de autobuses.
Desde FEDETAXI también se advierte que la resolución de un asunto de tanta trascendencia para la sociedad como el modelo de movilidad y servicio público de transporte e intermediación en el mismo no puede dejarse, como pretenden Gobierno y Comisión Nacional de los mercados y la Competencia, solo en manos de la función jurisdiccional, sino que debe abordarse desde la política para diseñar un modelo que sea sostenible fiscal y socialmente.
Debilitar el derecho a la movilidad sin prever las consecuencias en quiebra de la calidad de vida de los ciudadanos resulta irresponsable por parte de unos poderes públicos que no dudan en rescatar servicios previamente privatizados (como las autopistas radiales) mientras no intervienen para la mejor ordenación de servicios públicos existentes como el trasporte interurbano. Dicho de otro modo: Fomento permanece paralizado imponiendo a la sociedad sostener un sistema público de autobuses interurbanos, mientras no actúa para frenar su desmantelamiento o adaptarlo a la realidad.
No obstante, la sentencia no es firme y CONFEBUS puede recurrirla. Y en cuanto a las medidas políticas a adoptar en el marco nacional y europeo el presidente de FEDETAXI ha ofrecido al de la patronal de autobuses “nuestra mayor colaboración en la defensa de un sistema público y sostenible de movilidad que permita un equilibro razonable entre los derechos de los ciudadanos como usuarios, como actores económicos y contribuyentes”.