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El Gobierno darás ayudas de hasta 7.000 euros por la adquisición de un vehículo eléctrico siempre y cuando se garantice el achatarramiento de otro coche de más de siete años de antigüedad. Esa mejora de 1.500 euros respecto a lo dado hasta ahora es la principal novedad que contempla el Plan Moves III, para el que se podrán pedir las ayudas a partir de mañana, según ha anunciado el Ministerio para la Transición Ecológica.

Los compradores que no se deshagan de ningún vehículo podrán recibir un máximo de 4.500 euros. La apuesta por el achatarramiento se centra en la eliminación de vehículos antiguos y más contaminantes, pero también para abandonar la idea del vehículo eléctrico como un segundo coche familiar.

El nuevo plan sacado adelante por el Ejecutivo está sustancialmente mejor dotado que los anteriores, con una partida de salida asegurada de 400 millones de euros (la segunda edición contó con 100 millones de recursos que tuvieron que ampliar en algunas comunidades autónomas porque se habían agotado) que podría alcanzar los 800 millones en función de la demanda. Es un paquete de ayudas que nace con la intención de tener continuidad al menos hasta 2023, en línea con lo demandado por los vendedores de vehículos, que querían un marco estable a medio plazo para dar cierta seguridad a los compradores.

El objetivo del Gobierno es alcanzar al menos los 250.000 vehículos totalmente eléctricos en 2023 y alcanzar una red de recarga de 100.000 punto, frente a los 8.500 actuales. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado que esperan que el impulso de la electromovilidad genere 900 millones de euros en la economía española y la creación de 40.000 empleos.

El plan subvencionará en general la movilidad eléctrica, pero va enfocado especialmente a la adquisición de vehículos eléctricos y a la instalación de puntos de recarga, uno de los puntos flacos para el desarrollo de los coches de baterías en España. Trabajadores autónomos y residentes en poblaciones de menos de 5.000 trabajadores se beneficiarán de un porcentaje adicional de subsidio, de forma que se quiere evitar que las adquisiciones de vehículos eléctricos se centren en los grandes centros urbanos, donde su uso ha demostrado mayor eficiencia, e impulsar por parte de las empresas el uso del vehículo eléctrico como plataforma de reparto en la última milla.

Tras la aprobación de la ley de Cambio Climático ayer en el Congreso, que se marca como objetivo dejar de vender coches de combustión en España a partir de 2040, el Gobierno manifiesta su apoyo al coche eléctrico con la tercera edición del plan Moves, el más ambicioso de los aprobados hasta ahora. La puesta a disposición de 400 millones de euros ampliables contrasta con el fin de las ayudas a los vehículos impulsados por gasolina y gasoil, que se recuperaron el año pasado para minimizar la caída de ventas de vehículos a causa de la pandemia y que la industria de fabricantes quería mantener hasta la normalización del mercado.

Esta misma tarde está previsto que el Gobierno publique un real decreto y una orden para desarrollar el plan Moves. En ella se detallará la puesta en marcha de un registro de puntos de recarga en la que los operadores tendrán que especificar su potencia, precio de uso y localizador con la intención de crear un geolocalizador abierto para todos los usuarios de vehículos eléctricos.